18 mar 2008

Yo y mi DA

Me pusieron un DA por pendejo, así es por pendejo, si alguna vez me lucí haciendo una estupidez fue en esta, ya sin tanto preámbulo, aquí esta la historia.

Todo empezó al llegar a la escuela, me encontraba desesperado ante la idea de reprobar en el examen de lectura a pesar de haberme develado para leer, me dedique a repasar un poco la lectura hasta que llego el compañero A, quien me dijo que había conseguido un resumen de Ivanhoe por capítulos, en mi tonta mente pensé que quizá esto me ayudaría bastante a la hora de estudiar, así que quede en que mi compañero A me lo prestara, este estuvo de acuerdo así que no me preocupe.

Después vinieron cosas bastante interesantes pero de poca relevancia sobre el asunto que estamos tratando.

El clímax de esta historia llega justo después de acabar el recreo, cuando el compañero A me dice que había conseguido en un intercambio módico, las preguntas al examen, esto obviamente ayudaría bastante al compañero A, que acostumbrado a la excelencia usaría este recurso.

Así pues estuve la clase de matemáticas ayudando a este compañero a responder su preguntas, cabe mencionar que un compañero B estuvo intentando ayudar también a encontrar estas preguntas sin mucho éxito, al finalizar la clase de matemáticas media hora antes, decidí ayudar a el compañero A a encontrar respuesta a sus interrogantes sobre el examen, para esto usamos como recursos a varios alumnos de semestres avanzados y al compañero D que sabia bastante de este libro, pero no estaba enterado de la existencia de estas preguntas; durante el transcurso de esto nos encontramos con el compañero C que nos acompaño en la travesía e incluso ayudo a responder las preguntas de A y al compañero B que ofreció alimento a cambio de que A se sentara junto a el.

Una vez encontradas todas las respuestas me dedique meramente a ver algo en el proyector, mientras que A simplemente se dedicaba a repasar sus preguntas, en lo personal no confiaba en que estas fueran las mismas interrogantes que vendrían en el examen, así que no las tome en serio.

Era hora del examen, el nerviosismo acompañaba a todos aquellos que no estaban seguros de haber comprendido tan difícil lectura como Ivanhoe, el compañero A decidió sentarse en medio del compañero C y yo, mientras que el compañero B se sentaba a un lado mío, estaba nervioso, por la posible culpabilidad que tendría yo en caso de que atraparan a A, pero me deje de preocupar cuando A se fue, yo estaba seguro, de cuando menos aprobar la evaluación porque había leído, me había desvelado y el hecho de que el posible causante de una descalificación se alejara de mi me quitaba un peso de encima.

Mi cara de terror y el nerviosismo que me lleno al ver que B se había quedado con el papel de preguntas, no tenia descripción, el miedo me invadía y probablemente no podría responder el examen, el compañero B me ofreció la hoja, yo la rechacé como si fuese un hierro ardiente, no podría cargar con tal culpa en caso de copiar, el compañero B se iba, yo me regocijaba, pero el terror abatió de nuevo, al ver que el compañero B tiraba el papel justo sobre la silla, no podía dejar que lo inculparan, el superyó me traiciono y me vi obligado a recoger el papel para evitar represalias en contra de mi compañero B ni en contra de A, C no estaba muy involucrado así que no habría represalias en contra de él.

Rayos y mil rayos, tenía la peor suerte, el papel que tanto había evitado estaba finalmente en mis manos, quemaba la culpa, sabía que no lo podía esconder, mi destino estaba sellado, pero al menos podría preservar el de mis compañeros, decidí callar, pero estaba bastante consiente que mis ojos me delataban, es el peor daño que se le puede hacer a alguien, saber que el destino está marcado, que no se puede hacer nada para evitarlo y aun así intentar cambiarlo.

El examen había empezado, seguramente la maestra sospechaba, no era bueno para mentir y menos para esconder, el miedo me abatiría tarde o temprano.

La maestra finalmente pregunto, intente salvarme aunque obviamente sería inútil, decidí echar como excusa mis audífonos, pero dios, quien tiene unas sutiles maneras de recordarnos que sigue allí, o quizá mi torpeza me hizo tira el papel, me congele, no podría salir de esta, ya no había vuelta atrás, solo esperaba la fatal e inquisidora orden de la maestra para que le llevara el examen junto con el papel, la dio, nada se podría hacer, solo recibir el castigo. Fue fatal un DA y adiós.

No hay comentarios: